Cómo reconocer una buena cámara de móvil

Los mensajes de texto son del ayer. Hoy en día, los medios de comunicación son las fotos, los vídeos cortos y los GIF, que se comparten en las redes sociales. Una buena y fiable cámara de móvil es esencial. Pero ¿qué hay que tener en cuenta con tantos modelos y variantes? Aquí te explicamos en qué consiste una buena cámara de móvil.

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¿Cómo está hecha la cámara de un móvil?

Para entender mejor las cámaras de los móviles, veamos primero los fundamentos de la fotografía. Independientemente de si se trata de una cámara convencional o de una integrada en un smartphone, la estructura y la funcionalidad son fundamentalmente las mismas.

Una vez que has encontrado algo bonito que fotografiar, primero utilizas el visor para determinar la sección específica de la imagen. A continuación, se utiliza el diafragma para regular la incidencia de la luz, es decir, la luminosidad. Cuando estés satisfecho con la composición, pulsa el disparador para abrir brevemente el obturador dentro de la cámara. El motivo pasa ahora a través del objetivo al sensor de imagen en forma de luz. Aquí, la luz se convierte de nuevo en lo que tenemos al frente y se transfiere a un medio de almacenamiento, ¡y la foto está lista!

Por tanto, una cámara necesita al menos todos estos componentes para capturar un momento y conservarlo para la eternidad. Sin embargo, además del visor, el objetivo, el diafragma, el obturador, el sensor de imagen, el disparador y el soporte de almacenamiento, las cámaras suelen constar de otras piezas opcionales que optimizan la experiencia fotográfica. Un flash incorporado, por ejemplo, aporta luz a las escenas oscuras. Un zoom permite hacer fotos a larga distancia. Un estabilizador de imagen hace lo que promete su nombre. Un software inteligente hace el trabajo por ti. La lista es larga.

A continuación, te explicamos en qué consisten cada uno de sus componentes y lo importantes que son para ti y tus necesidades fotográficas con el móvil.

Resolución de imagen: ¿cuántos megapíxeles necesita un smartphone?

A diferencia de las cámaras analógicas, los modelos digitales tienen un sensor que capta la luz a través de muchos píxeles pequeños en diferentes niveles de brillo y los convierte en una imagen digital. El número de estos pequeños píxeles se describe en megapíxeles (MP), donde «mega» significa millones. Si un smartphone tiene una cámara de unos 48 megapíxeles, como el iPhone 15-, suma la gran cantidad de 48 millones de píxeles.

En pocas palabras: cuantos más megapíxeles, más puntos de luz y más nítida será la imagen, o eso dice la teoría. En la práctica, sin embargo, la relación entre el tamaño del sensor y los megapíxeles también desempeña un papel importante: una resolución alta en un sensor pequeño se traduce en píxeles diminutos. El resultado: se capta menos luz y la calidad de la foto se resiente: las imágenes tienen ruido. El pixel binning por software contrarresta este problema combinando varios píxeles pequeños en uno grande.

En el mejor de los casos, tu smartphone tendrá una cámara perfectamente adaptada al dispositivo y que además armonice bien con sus componentes.

Apertura: Función, valor f y profundidad de campo

Cuando hablamos de buenas cámaras de móvil, no podemos evitar hablar de la apertura. En concreto, el diafragma controla la cantidad de luz que incide sobre el sensor. Cuanto más abierto esté, más luz llegará al sensor y más brillante será la imagen. Por el contrario, si el diafragma está más cerrado, entra menos luz. Por tanto, la imagen es más oscura. Pero esto no sólo influye en la luminosidad, sino también en la calidad de la foto. Es especialmente importante utilizar correctamente el diafragma en condiciones de poca luz. En este caso, se recomienda un diafragma amplio para captar la mayor cantidad posible de la escasa luz: la imagen se vuelve más detallada y nítida.

También es importante cuando se trabaja con el diafragma: el valor f. Está formado por la relación entre la apertura del diafragma y la distancia focal f del objetivo. Con un valor de f/2,0, por ejemplo, la distancia focal f es el doble de grande que la abertura del diafragma: la relación es de 1:2: Cuanto menor sea el valor de f, mayor será la apertura del diafragma.

Otra aplicación del diafragma en la fotografía convencional es la creación de una profundidad de campo. Sin embargo, como las cámaras de los móviles no disponen del hardware necesario para ello, el desenfoque del fondo suele crearse artificialmente mediante el software.

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Estabilizador de imagen: ¿electrónico u óptico?

Un estabilizador de imagen hace lo que su nombre indica: garantiza una imagen nítida y estable reduciendo el movimiento de la cámara, incluso al grabar vídeo. Existen dos tipos diferentes: Mientras que el estabilizador de imagen electrónico (EIS) reduce el desenfoque mediante procesos digitales, su homólogo óptico (OIS) reduce el desenfoque por movimiento con una lente objetiva en movimiento.

Aunque la solución basada en software es más barata, a menudo resulta en una resolución más baja, especialmente para los vídeos. La razón: con la estabilización electrónica de imagen, el software compensa el movimiento desplazando píxeles. Esto no funciona sin escalado, por lo que la resolución se resiente.

En cambio, la solución basada en hardware es algo más cara, pero también mucho más fiable: los movimientos no deseados durante la grabación se contrarrestan mediante un ajuste motorizado del objetivo. A ello contribuye el giroscopio integrado.

Objetivos: ¿cuántos necesito? ¿2, 3, 4 o 5?

Ya sean gama alta o de gama media, los smartphones llevan años equipados de serie con al menos dos objetivos: una cámara principal y una cámara selfie o frontal. Sin embargo, la tendencia para la cámara principal es hacia más y más lentes. Año tras año, los nuevos modelos insignia de los principales fabricantes salen al mercado con tres, cuatro o incluso cinco lentes. En enero de 2024, por ejemplo, el Samsung Galaxy S24 Ultra conquistó el mercado con cinco lentes de cámara: una gran angular, una ultra gran angular, dos teleobjetivos y una cámara frontal. Su predecesor, el Samsung Galaxy S23 Ultra, también se anotó un tanto con cinco lentes de cámara. Sin embargo, esto no mejora necesariamente la calidad de las imágenes. Lo que las diferentes lentes hacen posible en cambio: ¡disparos más versátiles!

Cámara frontal: Todo el mundo la conoce, todo el mundo la usa: la cámara frontal. El objetivo suele estar situado en el centro o en el lateral, encima de la pantalla táctil, y se utiliza principalmente para autorretratos. Esto es posible y realmente sencillo gracias a la imagen visible de la cámara en tiempo real en la pantalla. Algunos fabricantes, como Xiaomi, instalan en su lugar una cámara bajo la pantalla u ocultan su cámara selfie en un marco extensible. ¡Todo para una experiencia a pantalla completa sin interrupciones! La cámara selfie de los smartphones modernos también puede constar de varias lentes, lo que permite, por ejemplo, hacer fotos gran angular en modo selfie.

Cámara gran angular: la cámara convencional de la parte trasera del smartphone suele ser un objetivo gran angular con una gran distancia focal. Como parte de la cámara principal, es adecuada para muchas tomas diferentes: Por lo tanto, funciona como un todoterreno y a menudo se preselecciona. Retratos, paisajes, etc. se pueden captar muy bien con un objetivo gran angular. No importa cuántos objetivos tenga un smartphone, la cámara gran angular siempre está incluida.

Cámara teleobjetivo: si quieres hacer fotos nítidas de sujetos que están un poco más lejos o te gusta jugar con el desenfoque del fondo, cambia al teleobjetivo en la aplicación de la cámara. Tiene una distancia focal mucho menor y, por tanto, ya tiene un efecto de zoom natural, lo que también se conoce como zoom óptico. Algunos smartphones tienen instalados dos teleobjetivos con diferentes distancias focales.

Cámara monocromática: Algo menos frecuente, los smartphones disponen de un objetivo propio para la fotografía en blanco y negro. Suele prescindir por completo de los receptores de color, pero puede diferenciar y captar los niveles de luminosidad con mayor sensibilidad.

Cámara inteligente gracias a la IA

Mientras que las cámaras convencionales suelen requerir mucha intervención del usuario, la cámara de un smartphone hace la mayor parte del trabajo automáticamente. Esta es una de las razones por las que las fotos de los teléfonos móviles son tan populares: se pueden tomar rápida y fácilmente en cualquier momento, sin ningún conocimiento o experiencia previos. Funciones como el autoenfoque y otras similares se ejecutan discretamente en segundo plano y también pueden desactivarse si se desea. Los expertos sacan más partido a las fotos en modo manual.

Sin embargo, gracias a la inteligencia artificial, la tecnología puede hacer aún más: la cámara inteligente reconoce fácilmente el texto en las imágenes, realiza correcciones en tiempo real y estabiliza las fotos borrosas, por citar sólo algunos ejemplos.

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Conclusión

Lección aprendida: más no siempre significa mejor. De poco sirven muchos megapíxeles si el sensor no es el adecuado, y cinco objetivos no hacen una buena foto. En última instancia, hay que ver qué se quiere de la cámara del móvil. ¿Te gusta hacerte selfies o prefieres las fotos en blanco y negro? ¿Prefieres tomar instantáneas a la luz del día o por la noche en condiciones de poca luz? Todos estos y otros más son factores relevantes a la hora de decidirse por un nuevo smartphone.

Sin embargo, debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Una alta resolución con muchos megapíxeles siempre es buena, pero no debería ser la única razón de compra: el tamaño y la calidad del sensor de imagen también son importantes en este caso.
  • Un diafragma flexible con un buen valor f permite hacer fotos nítidas, incluso con poca luz y sin ruido.
  • Un estabilizador de imagen óptico suele ofrecer imágenes más nítidas que uno electrónico. Merece la pena gastar un poco más de dinero.
  • Lo que importa no es el número de objetivos, sino si puedes encontrarles aplicaciones. En general, sin embargo, más objetivos ofrecen más versatilidad.
  • Las cámaras con inteligencia artificial pueden hacer gran parte del trabajo por ti a la hora de hacer fotos con tu smartphone sin estorbarte.

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