El hombre y la máquina no hablan el mismo idioma, la interfaz de usuario sirve como mediador. Porque pensamos en conceptos más abstractos, mientras que una máquina solo puede hacer algo con instrucciones concretas.
El lenguaje natural y el lenguaje de máquina son muy diferentes entre sí. Es por eso que necesitamos algo para mediar entre el hombre y la máquina: una interfaz de usuario, también conocida como interfaz de usuario o UI. Puede ser tan simple como un interruptor de luz. O algo complejo como la entrada de voz desde dispositivos domésticos inteligentes que encienden y apagan la luz mediante comandos de voz.
Interfaz de usuario para software
Cuando se trata de software, la interfaz de usuario a menudo significa la interfaz gráfica de usuario de una aplicación, también llamada interfaz gráfica de usuario o GUI. Las funciones y los resultados de un programa se muestran gráficamente para que los usuarios puedan trabajar con ellos lo más fácilmente posible.
Ciertas funciones del software pueden llevarse a cabo haciendo clic o presionando un botón sin que el usuario sepa qué está sucediendo realmente en segundo plano o qué información usa el programa para calcular a partir de bases de datos y entradas. La máquina, a su vez, devuelve el resultado en forma gráfica.
El objetivo es hacer que el uso del software sea lo más sencillo posible y no sobrecargar al usuario con información innecesaria. La interfaz gráfica de usuario actual es un desarrollo posterior de la denominada máscara de entrada, en la que la navegación y la emisión de comandos se implementaron mediante teclas individuales. La línea de comandos en sí cuenta como un tipo de interfaz de usuario independiente.
Diferentes formas de funcionamiento
Presionar una tecla o hacer clic en algo con el mouse es una forma de comunicarse con el software y el hardware. Pero una pantalla no siempre está presente al interactuar con el software. Hoy en día, muchas aplicaciones se pueden controlar por voz: los teléfonos inteligentes y muchos dispositivos domésticos inteligentes reaccionan a los comandos hablados y, a menudo, responden ellos mismos con la salida de voz.
Una interfaz de usuario también puede trabajar con diferentes métodos de entrada y salida al mismo tiempo para mediar entre el hombre y la máquina. Por ejemplo, puedes dictar algo y el reconocimiento de voz del teléfono inteligente convierte lo que se dice en texto y lo muestra en la pantalla.
La interfaz de usuario determina la experiencia del usuario
La forma en que la interfaz de usuario hace que la información y las funciones estén disponibles determina la utilidad del software para el usuario. Un programa puede ser extremadamente poderoso y elegante, pero puede tener una interfaz gráfica terriblemente confusa que confunde y frustra al usuario.
Un programa de este tipo ofrece una experiencia de usuario deficiente y se evalúa negativamente, aunque podría realizar todas las funciones necesarias; la interfaz entre humanos y software prácticamente ha fallado. Por tanto, es importante invertir suficiente tiempo y planificación en la interfaz de usuario. Tienes que ser consciente de tu grupo objetivo y tener en cuenta sus conocimientos previos.
Por tanto, el software y el hardware que deberían ser utilizados por prácticamente todo el mundo requiere una interfaz de usuario lo más sencilla e intuitiva posible. Nadie necesita saber qué es un circuito para encender una lámpara: incluso los niños pequeños entienden que se debe presionar el interruptor de la luz para que la bombilla se encienda.